jueves, 6 de noviembre de 2008




Realizando una profundizacion basada en la forma en que afectó la devaluación a la pobreza y la indigencia logramos destacar que en octubre de 2001 el 28% de los hogares y el 38,3% de las personas vivían en plena pobreza, lo cual significaba que una parte mayor a las dos terceras partes de la población era pobre teniendo en cuenta sus ingresos (8.941.000 personas que vivían en 1.882.000 hogares). A su vez, dentro del conjunto de hogares pobres, 632.000 se encontraban por debajo de la línea de la indigencia, abarcando a 3.175.000 personas indigentes.
Pasando el 2002, el enorme aumento en los precios, (notorio mas que nada en los alimentos) tuvo como consecuencia un gran agravamiento de la situacion. El porcentaje de personas pobres llegó a ser del 57,5% en octubre de 2002, representando a 13.870.000 personas, agrupadas en 3.198.000 hogares, que indicaba que el 45,7% de los hogares se encontraban en situación de indigencia.
Durante el primer semestre del año 2003, más de la mitad de la población era considerada pobre (54%), suponiendo aproximandamente 11.074.000 personas distribuidas en 2.524.000 hogares. A su vez, la indigencia, es decir, la pobreza extrema, alcanzaba al 27,7% de la población, porcentaje que señalaba a 4.749.000 personas encontradas debajo de la línea de indigencia, incluidas en 1.044.000 hogares.
La situación social cambió su rumbo a partir del momento en que el expresidente de la Nación, Néstor Carlos Kirchner comienza con su presidencia. Según datos del INDEC a diciembre de 2006, han superado el umbral de la pobreza un total de 1.571.000 hogares, de los cuales 791.000 hogares dejaron de ser indigentes.
Teniendo en cuenta datos del INDEC a marzo de 2008, la pobreza ha bajado a 20,7% y la indigencia a un 6%.
A partir de entonces se logró garantizar la recuperación de la soberanía popular mediante políticas macroeconómicas, las cuales generaron el crecimiento del superávit fiscal, acumulación de mayores reservas, reestructuración y reducción del endeudamiento externo, cancelación total al FMI, y recuperación creciente y sostenida de la dignidad del trabajo. Se detectan también avances sustantivos en las políticas sociales, a nivel de derechos ciudadanos, de protección social, de organización, promoción social y de generación de ingresos.
Actualmente contamos con un Estado con información para la toma de decisiones, socialmente presente y con gobiernos provinciales y municipales que han acompañado el cambio de rumbo y asi transformando sus estructuras, y procedimientos formales e informales.





Hagamos lo posible para que deje de aumentar la pobreza, por lo general mucho es lo que decimos y nos comprometemos a hacer, pero muy poco es lo que cumplimos. Tomemos conciencia y hagamos las cosas en serio, realmente serio es el aumento en el tiempo de la pobreza y la indigencia.

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