domingo, 23 de noviembre de 2008

El techo propio, a pura solidaridad.


Vergüenza. Mucha vergüenza da caminar por el Barrio 13 de Julio, en San Martín, y ver cómo sobreviven esas 300 familias. Armaron sus casillas bordeando un zanjón repleto de basura. Hay moscas. Y mal olor. Y ahí están los nenes que juegan al borde del abismo, pisando barro, hierros, vidrios y basura que se acumula hace años y que nunca nadie recoge. La desidia es evidente. Hasta ahí no llegan las concesiones para recoger basura, y tampoco ningún funcionario. Los que sí llegaron fueron 400 jóvenes voluntarios que se propusieron construirles entre ayer y hoy una vivienda de emergencia a 40 familias.

Al barrio le pusieron 13 de Julio porque fue ese día, hace tres años, que las familias se instalaron en el terreno baldío. Era del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (ONABE), que intentó desalojarlos. Ellos resistieron y ahora son terrenos de la Secretaría de Tierra y Hábitat. Pero esas 2.000 personas (la mayoría nenes) que viven entre el zanjón del Arroyo Suárez, el CEAMSE del camino del Buen Ayre y las vías del ferrocarril Mitre no tienen nada: ni luz, ni gas, ni agua. Sus casillas de madera y cartón están en estado deplorable. Los voluntarios de "Un techo para mi país" ayer trataban de brindarle un poco de dignidad a esas familias. Las viviendas que construyen sobre pilotes tienen 18 metros cuadrados, paredes y piso de madera y techo de chapa de zinc. "Es una solución concreta para familias que viven en situación de emergencia", dicen los voluntarios. La misma escena se repite en otros tres barrios igual de carenciados: 3 Américas (Ezeiza), Eucaliptus (La Plata) y La Ilusión (Zárate). Entre los cuatro barrios suman más de mil los voluntarios que levantan 150 viviendas. Todos son universitarios y esta vez además participan jóvenes de otros 13 países de Latinoamércia donde también existe Un Techo para mi país. Esta construcción masiva se da en el marco del 4° Encuentro Latinoamericano de esta organización sin fines de lucro que nació en Chile y luego se expandió por el continente. Como broche, mañana a la mañana participará del foro que se hace en Buenos Aires la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Sólo en Argentina los jóvenes de Un Techo para mi país construyeron 650 viviendas de emergencia. En cada convocatoria lo que sobra es el ofrecimiento de voluntarios, y lo que falta es el apoyo de funcionarios y empresas (ya tienen transporte, necesitan materiales de construcción): www.untechoparamipais.org.ar.

Fuente: Diario Clarín, domingo 5 de octubre de 2008.

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